Tratamientos más frecuentes:

ARTROSCOPIA DE CADERA
ARTROSCOPIA DE CADERA
La cirugía artroscópica de la cadera consiste en la visualización de la articulación coxofemoral a través de tres pequeñas incisiones por las que se introduce la óptica de visión y el material quirúrgico específico para cada procedimiento. La visión por el monitor de televisión y el amplificador de imágenes radiológico proporcionan al método una gran precisión y seguridad.
Indicaciones
Extraer pequeños fragmentos de hueso o cartílago que pueden estar sueltos dentro de la articulación de la cadera y causar su disfunción. Reparar un labrum roto (un desgarro en el cartílago que se fija al borde del acetábulo del hueso ilíaco). Síndrome de pinzamiento de la cadera (también llamado pinzamiento femoro acetabular o FAI). El cirujano ortopédico informará cuidadosamente del problema objeto de tratamiento artroscópico y su pronóstico. El mejor dato objetivo lo proporcionan las imágenes de la TAC 3D en que se visualizan las irregularidades responsables del pinzamiento femoroacetabular y cuya extirpación artroscópica conducirá a una mejora funcional de la articulación al hacer desaparecer las áreas de roce responsables del dolor y de la dificultad funcional a la rotación. Aunque esta cirugía va encaminada a eliminar en lo posible las zonas de contacto mecánico anómalo, es importante considerar la posibilidad de deterioro artrósico de la articulación que requeriría una substitución protésica total en su caso.
Riesgos
Al igual que en otros procedimientos artroscópicos, es excepcional la presentación de un proceso séptico o tromboembólico.
Evolución y pronóstico
Teniendo en cuenta que la zona de carga coxofemoral no está afectada (si lo estuviera estaría contraindicada la artroscopia al tratarse de una artrosis incipiente o establecida) ni tampoco afectada por la cirugía, salvo en ocasiones especiales como en el caso de incorporar suturas, se puede autorizar la marcha inmediata sin bastones. El tiempo de hospitalización es de 12 h. En lo referente al tiempo necesario para volver al trabajo, en general es de 10 a 15 días si es sedentario. Para una actividad más demandante, el cirujano establecerá este período en función del acto quirúrgico realizado.
ARTROSCOPIA DE HOMBRO
ARTROSCOPIA DE HOMBRO
Es un método empleado para visualizar, examinar y reparar las estructuras intra y peri articulares del hombro. Según la patología a tratar, se practican dos o tres pequeñas incisiones por las que se introduce la óptica de visión y el instrumental quirúrgico específico para cada procedimiento.
Indicaciones
- Reparación del rodete glenoideo lesionado.
- Tratamiento de la inestabilidad del hombro.
- Luxación recidivante postraumática.
- Cirugía del manguito rotador.
- Extirpación de calcificaciones.
- Bursectomía.
- Hipertrofia acromio-clavicular.
- Extirpación de condromas o cuerpos libres.
- Biopsia.
- Artrolisis.
- En el síndrome de pinzamiento se practica la acromioplastia, para crear espacio a fin de mejorar el movimiento.
- Reparación de fracturas.
Post operatorio
Dependiendo del tratamiento realizado, particularmente en caso de fijación de partes blandas u óseas con anclajes o sutura tendinosa es preceptiva la inmovilización con un cabestrillo durante 4-5 semanas para evitar tensiones y así propiciar la fijación de los tejidos reparados o insertados. Cuando en el procedimiento aplicado no concurren estas circunstancias, se autoriza la práctica de ejercicios rotatorios moderados el primer día. En lo referente al período de recuperación es de aproximadamente 2-3 meses para el primer grupo y de 2-6 semanas para el segundo. El cirujano marcará la pauta de rehabilitación en cada caso en función de la cirugía realizada. El ingreso hospitalario es de un máximo de 24 h., pudiéndose practicar la mayoría de procedimientos de manera ambulatoria.
Evolución y pronóstico
La cirugía artroscópica del hombro es poco dolorosa, tiende menos a provocar rigideces, apenas tiene complicaciones, la hospitalización es corta y la recuperación rápida. El pronóstico de las afecciones de hombro bien indicadas y tratadas artroscópicamente es muy bueno, consiguiéndose una refuncionalización en ausencia de dolor en un alto porcentaje de pacientes. Ocasionalmente observamos casos en que el dolor se prolonga meses y otros con retrasos de movilidad sin causa aparente que lo justifique.
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007206.htm
Ejercicios domiciliarios de hombro:
ARTROSCOPIA DE RODILLA
ARTROSCOPIA DE RODILLA
La artroscopia de rodilla se realiza a través de dos pequeñas incisiones. Durante el procedimiento, el cirujano ortopédico introduce el artroscopio en la articulación de la rodilla, que envía la imagen al monitor de televisión en que se ven las estructuras con gran detalle para poder reparar o quitar tejido lesionado, lo que se lleva a cabo utilizando la instrumentación específica. El procedimiento generalmente dura de 30 minutos a un poco más de una hora en función de los hallazgos y del tratamiento a practicar.
Indicaciones
- Extirpar, recortar o suturar un menisco lesionado.
- Reconstruir un ligamento cruzado.
- Recortar o extirpar fragmentos sueltos de hueso o cartílago.
- Actuar sobre el tejido sinovial inflamado y obtener material para biopsia.
La recuperación de la artroscopia de rodilla es mucho más rápida que la cirugía abierta. El periodo de estancia hospitalaria es de 12 h.
Complicaciones y signos de alarma
Las complicaciones de la artroscopia de rodilla son sumamente raras; con todo se pueden dar casos de infección, trombosis o acumulo de sangre en la articulación; por ello se debe acudir al cirujano ortopédico en caso de fiebre, escalofríos, enrojecimiento de la rodilla, dolor persistente o en aumento y en caso de dolor y enrojecimiento de la pantorrilla.
Resultado final
Excepto en el caso de una reconstrucción de ligamentos o de cirugía de reconstrucción meniscal, el paciente puede reintegrarse a su actividad laboral habitual a los 15 días o antes si el trabajo es sedentario. Las actividades de más alto impacto deben evitarse durante un tiempo prudencial así como si la actividad laboral es muy solicitante físicamente. El resultado final de la cirugía será determinado por el daño hallado en la articulación como en el caso de que el cartílago articular esté muy deteriorado; en este caso el resultado será mediocre y habrá que recomendar al paciente un cambio en su estilo de vida, lo que puede significar limitar sus actividades y buscar alternativas de ejercicios de bajo impacto.
CIRUGÍA DE LA COLUMNA LUMBAR
CIRUGÍA DE LA COLUMNA LUMBAR
Una cirugía de artrodesis vertebral está diseñada para detener el movimiento en un segmento vertebral doloroso, responsable del dolor que se genera desde las articulaciones o facetas vertebrales. Con todo, un cuadro doloroso lumbar crónico es el resultado de la degeneración del disco intervertebral que al perder su capacidad amortiguadora, traslada la carga a las articulaciones; además, con frecuencia interviene el factor neurológico consecutivo a una compresión de las raíces en el orificio de conjunción por la invasión de los mismos de osteofitos o por patología discal asociada. Todo puede conducir al fracaso de uno o varios segmentos de la columna lumbar, originando cuadros como el síndrome del canal estrecho, claudicación neurógena o radiculalgias. Es necesaria la liberación ósea amplia para conseguir la descompresión de las estructuras neurales afectadas; ello conlleva una falta de estabilidad de los segmentos intervenidos que se compensa con la fijación de los mismos con la correspondiente instrumentación con tornillos pediculares unidos por barras, que actuarán de soporte primario; es obligado añadir injerto óseo para conseguir la unión y estabilidad de las vértebras. En fracturas, reintervenciones, tumores y escoliosis se utilizan técnicas de abordaje anterior.
Los pacientes que presentan patología lumbar deben ser seleccionados cuidadosamente para la cirugía. Hay que profundizar en la aparición de los primeros síntomas, su resolución o persistencia, frecuencia, intensidad, duración, tratamientos aplicados, momento de aparición de clínica neurológica, irradiación a extremidades inferiores, variación del dolor según la lordosis, hábitos posturales, trabajo solicitante físicamente o sedentario, alteraciones del descanso, momento de aparición de clínica de claudicación, intercurrencia de otras patologías, etc. La anamnesis minuciosa, la exploración neurológica y las maniobras de sobrecarga orientan con gran seguridad el proceso. Las pruebas de imagen sirven para corroborar el diagnóstico clínico que nunca debe estar mediatizado por el dictamen del radiólogo. A menudo el paciente acude a la consulta habiendo leído estos dictámenes y consultado en Internet. Aquí es donde tiene su papel fundamental el cirujano, al traducir y aclarar conceptos equivocados, explicar los pormenores extraídos de la anamnesis y de la exploración clínica y contrastarlo con las imágenes. Solamente de esta manera se puede aportar una indicación correcta de cirugía lumbar.
Indicaciones de la artrodesis lumbar
- Enfermedad degenerativa discal. Raquiestenosis. Claudicación neurógena.
- Espondilolistesis (avanzamiento de la vértebra superior sobre la inferior).
- Epondilolistesis adquirida (ístmica, degenerativa o post discectomía).
- Escoliosis, infecciones, fracturas, deformidades.
Tipos de artrodesis vertebrales:
- Artrodesis posterolateral instrumentada: el procedimiento se realiza mediante acceso posterior.
- Artrodesis intersomática lumbar posterior (Posterior lumbar interbody fusion, PLIF): el procedimiento se realiza mediante acceso posterior e incluye retirar el disco e insertar el injerto óseo en el espacio creado entre los dos cuerpos vertebrales.
- Artrodesis intersomática lumbar anterior (Anterior lumbar interbody fusion, ALIF): el procedimiento se realiza por abordaje anterior e incluye retirar el disco e insertar injerto óseo entre los dos cuerpos vertebrales.
Complicaciones
La cirugía de la columna lumbar es compleja y se halla sometida a riesgos y complicaciones particularmente en las reintervenciones por fracaso de cirugías previas. Se pueden producir lesiones nerviosas, fugas de líquido cefaloraquídeo, infecciones, fracaso del material implantado, fracaso de la artrodesis por falta de integración del injerto y el consiguiente deterioro del material de osteosíntesis implantado. Ello comporta una técnica depurada y el buen criterio del cirujano para actuar en cada momento de acuerdo con los requerimientos de la patología del paciente.
Resultados
La cirugía lumbar bien indicada y ejecutada con técnica correcta da buenos resultados. La liberación de las raíces afectadas y la resección de macizos articulares constituyen los elementos básicos para llegar a la curación del cuadro lumbálgico, lumbociatálgico, polirradiculálgico o claudicante. Se incorpora material de osteosíntesis para estabilizar e inmovilizar los segmentos vertebrales debilitados y se añade injerto óseo para que el montaje sea permanente. Independientemente del tiempo quirúrgico más o menos prolongado, una vez liberada y estabilizada la columna, el paciente se puede incorporar y deambular dentro de las primeras 24 horas. Se considera el tiempo de curación del proceso en 5-7 meses, una vez conseguida la incorporación del injerto y la remisión de la clínica que motivó la cirugía.
CIRUGÍA PROTÉSICA DE CADERA
CIRUGÍA PROTÉSICA DE CADERA
La artroplastia total de cadera o sustitución protésica de la cadera, es una operación quirúrgica destinada a sustituir una articulación dañada o enferma por una prótesis o implante que hará una función similar a la de la articulación original.
La articulación de la cadera se describe como una articulación de encaje de la cabeza femoral con la cavidad cotiloidea, con un arco de movilidad muy amplio, asociado a una gran estabilidad. La superficie de estos huesos está recubierta por un cartílago que mientras está sano permite un movimiento con una fricción mínima. Cuando el cartílago articular se desgasta, su capacidad de amortiguación se pierde y se va erosionando progresivamente, hasta dejar el hueso subyacente expuesto, lo que provoca un roce y deformidad articular, que limita la movilidad y causa dolor. Estos factores junto con el acortamiento inherente a la destrucción articular y la disminución del tono muscular son los causantes de la cojera.
La artroplastia total de la cadera consiste en el reemplazo de la cabeza femoral y el cótilo dañados por componentes protésicos que hacen su función. Estos componentes pueden fijarse al hueso bien con un “cemento” óseo (el polimetilmetacrilato), o bien utilizando la capacidad osteointegradora del tejido óseo, que penetra en las superficies porosas que recubren el implante, con lo que este queda integrado en el hueso.
La intervención busca aliviar el dolor, disminuir la rigidez, y, en la mayoría de los casos, restituir a la pierna su longitud, ayudando así a mejorar la movilidad y la función. El cirujano ortopédico indicará el momento más oportuno para la cirugía. Valorará la actividad habitual, la profesión más o menos sedentaria, el entorno social y la intercurrencia de patologías que puedan comprometer el resultado. Las complicaciones presumibles son escasas, entre ellas la infección (aproximadamente un 2%) y el tromboembolismo, en proporción inferior. Es muy importante que el paciente conozca los pormenores del acto quirúrgico y del postoperatorio; se le informará del momento de incorporación y sedestación a las 12 h. de la intervención, deambulación a las 24 h., subir y bajar escaleras el segundo día y alta domiciliaria el tercero o cuarto. Habitualmente no es necesaria la transfusión sanguínea y se administra profilaxis antibiótica y antitromboembólica. Antes del alta se le instruye sobre los ejercicios que practicará en su domicilio, encaminados a la tonificación de la musculatura para compensar la cojera y restablecer la marcha, que inicialmente será con ayuda de dos bastones ingleses durante tres semanas y que abandonará progresivamente hasta conseguir andar normalmente a las 5-7 semanas.
Precauciones básicas después de una artroplastia de cadera
Movimientos que deben ser evitados durante 6-10 semanas después de la operación. Estas precauciones se aplican en cualquier situación, incluso cuando el paciente está sentado, y mientras sube y baja de la cama o se sienta y se levanta de una silla.
- No cruzar las piernas
- No flexionar excesivamente la cadera operada
- No girar la pierna operada hacia dentro ni hacia fuera
- No acostarse de lado sin una almohada
Subir y bajar de la cama por el lado contrario al operado:
- El paciente se sienta en la cama, lleva las piernas hasta el borde, si es necesario colocando el pie sano por debajo del operado y ayudándose con él y sacándolas de la cama, girando las nalgas y el cuerpo mientras lo hace. Debe mantener sin flexionar la rodilla de la pierna operada con ayuda del pie del lado sano.
- A continuación se sienta en el borde de la cama colocando primero el pie de la pierna no operada en el suelo.
- Colocará las manos sobre la cama a ambos lados, manteniendo medio estirada la pierna operada, incorporándose con ayuda de otra persona o de muletas mientras apoya el pie operado en el suelo.
- Una vez de pie debe comprobar que no se marea.
Para volver a la cama se realiza el procedimiento inverso. Es preciso evitar gestos bruscos o dejarse caer en la cama.
Caminar
- Primero se mueven hacia delante las muletas o el andador
- Luego la pierna operada, de manera que el pie sobrepase la línea de las muletas y así adquirir rápidamente el ritmo normal de marcha.
- Finalmente, se adelanta la pierna no operada al punto de partida normal de marcha. De esta manera el paciente deambula cada vez con más normalidad y sin dolor; hay que advertirle que las muletas son un auxiliar para dar seguridad a la marcha y desde el primer día debe deambular en carga sin miedo.
Puede dar la vuelta para cualquiera de los lados pero no debe rotar ni girar sobre el pie fijo, dando pasos cortos pivotando sobre la pierna sana.
Escaleras
- Para subir escaleras, debe colocar primero la pierna no operada en el escalón siguiente, y luego subir la operada, junto con los bastones.
- Para bajar escaleras, debe colocar las muletas primero, luego la pierna operada, y finalmente la pierna no operada.
Subir y bajar del coche (asiento del acompañante)
El asiento del acompañante debe retirarse lo más posible hacia atrás. El respaldo del asiento debe estar algo reclinado.
- Subir desde el mismo nivel del coche, no desde el bordillo de la acerca, colocándose de espaldas al asiento
- Subir al coche de costado, con la parte posterior de las piernas pegadas a él.
- Agarrarse en el respaldo del asiento con la mano derecha y de la base del asiento con la mano izquierda. Evitar apoyarse en la puerta.
- Sentarse deslizando la pierna operada.
- Usando la pierna no operada y las manos, llevar el cuerpo hacia atrás, manteniendo la pierna operada estirada.
- Inclinando el cuerpo hacia atrás y girando sobre las nalgas, deslizar las piernas dentro del coche sin hacer gestos bruscos. Buscar la posición cómoda.
Para bajar debe realizar el procedimiento inverso
Normalmente, se permite conducir a las 8-12 semanas después de la operación, al manejarse correctamente y no necesitar bastones para moverse.
Prolongación de la vida de la prótesis de cadera.
Actualmente más del 90% de las prótesis totales de cadera siguen funcionando bien 20-25 años después de la cirugía. Diversos factores pueden conducir a su aflojamiento y con ello a la necesidad de un recambio total o parcial según el deterioro sufrido por cada uno de los componentes. La bondad de los materiales y la calidad técnica de su implantación permite una vida prolongada de la prótesis, compatible con una actividad normal aunque hay que administrar con prudencia la práctica de deportes altamente solicitantes.
http://orthoinfo.aaos.org/topic.cfm?topic=A00682
Ejercicios domiciliarios recomendados:
CIRUGIA PROTÉSICA DE RODILLA
CIRUGIA PROTÉSICA DE RODILLA
La rodilla es una articulación fundamental para la marcha y movilidad de la extremidad inferior, hallándose sometida a importantes procesos de sobrecarga por su ubicación entre el fémur y la tibia. Sus estructuras osteocartilaginosas y partes blandas pueden alterarse y ocasionar un grave déficit funcional y componente doloroso invalidante. Los procesos más importantes que llevan a este estado son:
- Es un tipo de artritis de “uso y desgaste” relacionada con la edad, el sobre uso y con las alteraciones de los ejes de la extremidad inferior. Por lo general se presenta en personas de más de 50 años de edad, si bien puede darse en personas más jóvenes. El cartílago que recubre los huesos de la rodilla se ablanda y desgasta, los huesos rozan entre sí, causando dolor y limitación funcional.
- Artritis reumatoide. Es una afección en la que la membrana sinovial que rodea la articulación se inflama y engruesa. Es una enfermedad crónica que aboca a una destrucción del cartílago con denudación del hueso y a un cuadro de dolor crónico y rigidez.
- Artritis post-traumática. Puede desarrollarse después de una lesión grave de la rodilla tanto de tipo óseo, principalmente por fracturas que interesan la articulación, como por intercurrencia de lesiones meniscales o ligamentosas que previamente han sido o no tratadas quirúrgicamente que al desestabilizar la rodilla, ocasionan movimientos anómalos que a la larga dan lugar al deterioro articular.
Cuándo se recomienda la cirugía
Se recomienda la cirugía en el momento en que el dolor severo y la rigidez limitan las actividades cotidianas como caminar, subir y bajar escaleras, sentarse y levantarse de una silla o entrar y salir de un automóvil y particularmente si impide el descanso. Son datos a tener en cuenta la hinchazón, el arqueado de la rodilla hacia dentro o hacia fuera (varo-valgo) y los tratamientos medicamentosos y fisioterapéuticos o la necesidad de bastones para deambular.
Los elementos que justifican la substitución protésica son el dolor y déficit funcional de larga evolución. La radiología y pruebas de imagen tienen un valor relativo pero no son determinantes, aunque en todo caso es necesaria una radiografía y una telemetría para valorar la desaxación. No hay restricciones absolutas por la edad o el peso.
Valoración
El cirujano ortopédico valorará al paciente individualmente, indagará sobre sus antecedentes quirúrgicos, tratamiento recibidos, hábitos deportivos, actividad laboral activa o sedentaria y de una forma especial debe captar la actitud del paciente para que sea consciente de lo que supone la intervención a la que se va a someter y con ello transmitirle las expectativas realistas que el cambio articular comporta. No hay que obviar el entorno socio económico y social. Un factor importante en la decisión de someterse a la cirugía protésica es conocer sus ventajas y limitaciones. Entre las primeras, la más importante es la reducción drástica del dolor y experimentar una mejoría significativa de la capacidad para realizar actividades comunes de la vida diaria. Entre las limitaciones están las actividades de alto impacto como correr, trotar, saltar, y los deportes de contacto. Se consideran actividades normales el caminar sin límite, nadar, jugar al golf, conducir automóvil o motocicleta, senderismo liviano, ir en bicicleta, baile de salón y otras.
Complicaciones posibles de la cirugía
La tasa de complicaciones después de la prótesis total de rodilla es baja. Las complicaciones serias, como infección de la articulación de la rodilla, ocurren en menos del 2% de los pacientes. Complicaciones médicas mayores, como el infarto de miocardio o el tromboembolismo son excepcionales. Ciertas enfermedades crónicas como la diabetes o las patologías autoinmunes pueden aumentar el potencial de complicaciones. Aunque son poco comunes, cuando acontecen pueden prolongar o limitar la recuperación completa. Es fundamental comentar con el cirujano ortopédico todos estos extremos así como los detalles del acto quirúrgico y días de ingreso hospitalario. La intervención de prótesis de rodilla es reglada y por ello el paciente debe saber qué tipo de anestesia se empleará, y el tiempo quirúrgico; habitualmente no requiere transfusión sanguínea y se aplica profilaxis antibiótica y antitromboembólica; se incorporará y se sentará a las 12 horas e iniciará ejercicios de flexo-extensión de forma autónoma, sin auxilio de máquinas. El día siguiente iniciará la deambulación con dos muletas y el tercero es alta domiciliaria. Se darán instrucciones para la práctica de una tabla de ejercicios. A las dos semanas abandonará una muleta i entre las 5-7 semanas deambulará libremente.
Prolongar la vida del implante de rodilla
Actualmente, más del 90% de las prótesis totales de rodilla siguen funcionando bien 15-20 años después de la cirugía. El sobreuso y la longevidad llevan en ocasiones al aflojamiento de la prótesis y a la necesidad de su recambio. Es importante tener conciencia, no miedo, de esta posibilidad, que comporta una nueva intervención con resultados homologables a la primera.
http://orthoinfo.aaos.org/topic.cfm?topic=A00485