Plan Nacional de formación en cirugía de Hombro y Codo. SECHC
La artroscopia de codo se ha desarrollado durante las dos últimas décadas una vez se han ido ampliando las indicaciones y se ha adquirido destreza por parte de los cirujanos de codo. Poder realizar la curva de aprendizaje de esta articulación, que está limitada por un número de indicaciones muy inferior a la rodilla y el hombro, y las potenciales complicaciones que se han descrito en esta técnica, especialmente en las primeras publicaciones realizadas, ha limitado su uso a cirujanos con experiencia previa en artroscopia principalmente de hombro que han añadido esta nueva articulación a su actividad.
Se considera que la curva de aprendizaje se debe realizar bajo supervisión de un cirujano experto por las complicaciones potenciales, siendo necesario realizar al menos de 15-20 procedimientos al año para mantener la destreza.
La limitación de indicaciones y casos hacen que pocos centros puedan cumplir estos requisitos y se aconseja dejar en manos de cirujanos expertos la realización de esta técnica.
Las contraindicaciones de la técnica son pocas, pero la deformidad anatómica previa que impida el acceso y la orientación, la anquilosis articular, las trasposiciones nerviosas o la infección extrarticular son las principales.
Recomendaciones para el inicio del aprendizaje de la artroscopia de codo:
Se recomienda empezar con las indicaciones quirúrgicas más sencillas como la retirada de cuerpos libres, las sinovectomías parciales en pacientes reumáticos, los desbridamientos condrales por osteocondritis disecante o lesiones de la cabeza del radio, y la epicondilitis. Las indicaciones más complejas como la fibrosis articular postraumática, la osteosíntesis de las fracturas de cabeza de radio o el tratamiento de inestabilidades, mejor realizarlas una vez se domine la técnica.